martes, 30 de noviembre de 2010

"Por primera vez encuentro un Gobierno que tiene los cojones de disputarle a todas las corporaciones al mismo tiempo."


Lo dijo el Indio esta mañana en el programa de Pergolini, en el marco de la presentación de su nuevo disco (El perfume de la tempestad). Agregó también que le gusta ver "una presidenta que hable de la manera que lo hace en la ONU, sin leer discursos, que no dice disparates."
Es muy ilustrativo leer la histeria del medio pelo comentador de periódicos en la revista Rolling Stone (entran los comentaristas de La Nación), que salen a descalificar al mejor artista de rock del país por una opinión que él mismo se encargó de aclarar que la hace desde el lugar de "ciudadano" y "desde un lugar de ideales y no de ideología". ¿Qué esperaban muchachos, qué el Indio opine parecido a Mariano Grondona o Morales Solá? ¿A Mirtha Legrand? Lo que más les duele a los caceroleros on line es que Solari dice lo que dice desde la total independencia, lo que les saca el lugar para el eterno verso de dice eso porque le pagan. También da mucha gracia que para descalificarlo recurran a un tema que escribió Juanse, el imitador de Pomelo.

Personalmente, me reconforta que uno de los artistas que más admiro vea en este gobierno cosas similares a las que yo percibo. Parece que tan equivocado no debo estar, pero no porque yo posea la Verdad de mi lado del mostrador, sino más bien porque esta es una muestra más de que quiénes antes del 2003 reclamaban ciertas banderas básicas para vivir en un país con un mínimo de dignidad (soberanía, memoria, justicia), vieron que el kirchnerismo las ha recogido, en menor o mayor medida, y en una muestra de honestidad intelectual lo reconocen, aún cuando reconocerlo les traiga más problemas que ventajas. Tampoco se trata de una división de Absolutos en donde de un lado está el Bien y en otro el Mal, pero está claro en cuales de los lados hay más predomino de una cosa que de otra. No es casualidad que tantos artistas reconocidos se pronuncien a favor del gobierno y que los dispositivos comunicacionales más reaccionarios estén decididamente en contra de todo lo que se escriba con K.

En fin, fijate de que lado de la mecha te encontrás.

Más allá de estos comentarios políticos, Indio se explayó sobre varios temas, desestimó tajantemente un reencuentro redondo, confirmó los cinco shows del año que viene y dejó una puerta abierta para la edición de un DVD. Al que le interese escuchar la entrevista completa (se lo recomiendo a quiénes no la hayan escuchado), se la puede bajar de acá.


martes, 23 de noviembre de 2010

Bar "El cisne"


La idea nos resultaba fascinante, un bar temático s
obre nuestro animal preferido: el cisne. Éramos fanáticos, tanto de los cisnes como de los bares. Deducíamos entonces que de la combinación de esas dos pasiones solo podía generarse un emprendimiento exitoso.
Nuestra predilección por aquel animal tenía su origen en un curso de especialización que habíamos realizado con Gabriel un año después de recibirnos de veterinarios. Recuerdo el nombre exacto de ese curso: “Cisnes, la aristocracia de los lagos”. ¡Que extraordinario resultó el mundo que descubrimos durante los dos meses que duró la especialización! Supimos, entre otras cosas, que estas aves del agua eran unos fundamentalistas de la elegancia, cuando alguno de ellos sufre una herida que le impide moverse con la prestancia habitual prefieren suicidarse, ahogándose en el fondo del lago donde habiten. Son también muy cuidadosos de la estética de sus crías, pudiendo propinarles severos picotazos a los hijos que no deambulen por el agua tal como lo dicta una tradición casi que ancestral.
La cuestión era que ni yo ni Gabriel logramos jamás trabajar con cisnes. Hacía ya cinco años que ambos trabajábamos en veterinarias de barrio y estábamos francamente hartos y frustrados con la manera en que se desarrollaban nuestras experiencias profesionales. No es que hubiésemos perdido el amor por el resto de los animales, pero todos nos parecían en extremo ordinarios al compararlos con el sofisticado mundo de los cisnes.
Era una tarde de domingo, en la casa de Gabriel, cuando decidimos que lo mejor que podíamos hacer era adentrarnos en la creación del bar temático. Luego de tomar un par de cervezas, improvisamos una tormenta de ideas y concluimos en que en el bar no podría faltar ninguno de los siguientes elementos:

- Tazas, platos, menús y servilleteros con forma de cisne.

- Un señalador de cisne macho para el baño de hombres y otro de cisne hembra para el baño de mujeres.

- Cuadros con imágenes de cisnes.

- Cisnes de porcelana, luciendo como adornos, en cada una de las mesas.

- Una pileta pelopincho para exhibir allí algunos cisnes, de manera tal que el público se deleitara como si estuviera observándolos nadar en el lago o la laguna.

- Las camareras usarían unas viseras con forma de pico, sus remeras llevarían en el frente un dibujo de la cara de nuestro animal predilecto y de sus espaldas colgarían un par de alas blancas (pensamos en que podrían estar hechas con goma espuma).

Estos detalles serían solo para comenzar. Más adelante también podríamos organizar en el bar apasionantes charlas sobre la vida social de los cisnes, su psicología, su alimentación, su exquisita anatomía…las opciones eran infinitas. Nuestra excitación iba en aumento, nos proyectábamos al futuro y aquel bar nos parecía un lugar de ensueño, irresistible para cualquiera que tuviera un mínimo de buen gusto. Coincidimos en que nunca se nos había ocurrido una idea tan buena, solo había que ponerse a trabajar y concretar nuestro sueño.

sábado, 20 de noviembre de 2010

La izquierda, el sabotaje y los gatos de cinco patas


Max Manus fue un guerrillero noruego que durante la Segunda Guerra Mundial participó de la resistencia clandestina a la ocupación nazi. Sus operaciones lo convirtieron en el más grande saboteador de la historia, porque perfeccionó el arte de hundir barcos alemanes anclados a cientos de kilómetros del frente de batalla. Por eso saboteador, porque es un enemigo que ataca desde dentro. Disfrazado de mecánico naval o remando sobre una balsa de goma, en la oscuridad de la noche, instalaba explosivos y luego los detonaba a distancia. Una película noruega del año 2008, llamada precisamente Max Manus, y en inglés Man of war, relata la vida del héroe noruego y rescata una escena muy interesante en la que el protagonista se desmorona, cosa curiosa, durante los festejos por la derrota alemana. Y es un hecho curioso porque justamente Max, el más encumbrado artífice de ese gran logro nacional, se muestra ahí brotado de angustia, sin consuelo, presa de un llanto incontrolable, ahí mismo, en el preciso momento en que toda Noruega arde de alegría por el éxito definitivo. ¿Qué le pasa a Max? Está abatido porque se pregunta qué va a hacer de su vida ahora que la guerra terminó, ahora que ya no va a sabotear. Si no hago esto, ¿qué hago? Si no soy éste, ¿quién soy?

Lo que la escena muestra es a un militante que ha por fin alcanzado el objetivo de su militancia, su anhelo, su sueño, y una vez allí experimenta en el espíritu un desgarro. Un soñador que alcanza su sueño y se derrumba. Irónicamente, lo que en teoría iba a experimentarse como una ganancia, él lo experimenta como una pérdida, enorme pérdida, muy íntima, una pérdida a nivel de la identidad, a nivel del narcisismo. (Si en ese momento a Max le daban a elegir entre esa amarga victoria y cinco años más de ocupación nazi, bueno... creo que por lo menos lo meditaba un rato).

Muchas causas humanas tienen esa dificultad al final del camino: alcanzados los objetivos, la actividad que convoca ya no tiene razón de ser y debe, por fuerza, disolverse. Y los afectados a ella deben, por fuerza, renunciar al rol que hasta ahí interpretaban, renunciar a un fragmento de la identidad, la identidad de militante, que ya no tiene razón de ser. No siempre es un evento trágico, atención: los compañeros de armas de Max renunciaron contentísimos y se fueron a festejar; pero bueno, ya se observa en la escena que para él la cosa se complicó bastante. Y es comprensible, porque cada quién encara la renuncia narcisística con los recursos de los que dispone. Quizás él no contaba con esos recursos y se hundió en la afánisis, esa abolición subjetiva en la que el sujeto se pierde, se invisibiliza, depararece, pierde la relación con los significantes a los que estaba identificado, sucumbe a la angustia.

Quizás Max amaba la identidad que había forjado mucho más que la posibilidad de expulsar a los alemanes.

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domingo, 14 de noviembre de 2010

Ochenta mil sienes ardientes que son todo el tesoro


Resulta que en un tiempo de recitales ultra sponsoreados y publicitados intensamente en cuanto medio masivo de comunicación exista, hay un artista que para convocar a más de 80.000 voluntades le sobra con el peso de su obra y leyenda. Porque el Indio Solari ya es una leyenda viviente. Y la convocatoria alcanza a personas de todos los puntos del país, también a ricoteros de países vecinos, todos habiendo recorrido cientos de kilometros para gozar de una fiesta (nunca mejor utilizado este término que para un encuentro ricotero/solarista) que encontrará su clímax en las más de dos horas del show de Indio, pero que empieza mucho antes, en una larga previa que se inicia en el momento de subirse al auto o colectivo que los llevará a Tandil y sigue en los alrededores del hipódromo donde uno va caminando y cada dos metros escucha una canción distinta de los redondos que viene desde algún auto o combi. Los improvisados puestos de chori y hamburguesas, acompañados de toneladas de cerveza y fernet. Y claro, los cánticos ya casi religiosos, destacándose el hit: ...y por eso lo sigo donde sea /soy redondo hasta que me muera. Un fenómeno social y cultural que Indio resumió echando por tierra cualquier argumentación que se atreva a formular algún sociólogo: "Ochenta mil personas en Tandil, esto no tiene explicación."

La noche arrancó con un sorpresivo homenaje a Manal, con el Indio entonando Jugo de tomate, enganchándolo con uno de esos temas inéditos que los redondos nunca grabaron en estudio: Un tal brigitte bardot. Durante el show se fueron alternando temas de los dos discos solistas solaristas (sobre todo de Porco Rex) con varias joyas redondas como Noticias de ayer..., Me matan, Limón, Fuegos de Octubre, El arte del buen comer, Héroe del whisky (con dedicatoria a Enrique Symns incluida), Yo caníbal, Toxi taxi, Rock para el negro Atila, Divina Tv Fuhrer, Vamos las bandas, El infierno está encantador, Un ángel para tu soledad, Juguetes perdidos y el clásico final con Jijiji, pero esta vez el Indio ya no pidió el pogo más grande del mundo, sino el más grande del universo. También pudimos disfrutar de otro homenaje - en este caso a Pescado Rabioso con el tema Post-crucifixión - y de otro inédito que jamás imaginé escuchar en vivo: El regreso de Mao. Todos los temas redondos son cada vez mejor versionados por los Fundamentalistas del aire acondicionado, la banda que toca con el Indio desde su debut como solista en 2004.
Un escenario con pantalla gigante de fondo, otras dos a los costados, una excelente calidad de sonido y cuatro pantallas de alta definición ubicadas a la mitad del recorrido que iba desde la entrada hasta el escenario hicieron que el show no tuviera nada que envidiarle a mega producciones internacionales. Una irrevocable prueba de que la independencia puede ser un camino arduo y difícil, pero también posible.

Mucho se ha dicho (y escrito), a veces en términos peyorativos, acerca de la llamada futbolización del rock. No sé, está claro que, como en el fútbol, tiene que haber mucho de sentimiento para que el fenómeno ricotero haya sido y sea posible. Yo a eso no le veo ni un matiz negativo, a mi dejame con esta multitud de hinchadas que forman una sola para alentar un equipo que siempre gana, gusta, golea y, sobre todo, emociona.
En los últimos acordes de Jijiji un Indio ya sin sus clásicas gafas, cantando a cara descubierta, dijo: "Les debo mi vida para siempre". Mientras, el pueblo ricotero rugía y hacía temblar Tandil, intentando eternizar un instante perfecto, un sentimiento que explota en el pecho, como si fuera angustia pero al revés. Exactamente al revés.

Cuando nos íbamos, con el cuerpo exhausto pero el alma plena, nos enteramos del nombre de la nueva creación (que ya desde el título promete ser un discazo): El perfume de la tempestad. Con el Indio, lo mejor está siempre por venir.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Héroe del sueño

Soñó un mundo
de leyes rotas
de límites utópicos.

Escribió los paisajes
los pintó de alegría
con la fuerza de su espada
que pintaba
que escribía.

Recibió admiración
variada pero condensada
en Ella como símbolo
de su mundo creado,
ideado en la vigilia
construido con ladrillos
de un material imposible.

Enfrentó a sus pesadillas
devenidas en monstruos
se rió de ellos
entonces escaparon
avergonzados,
como desnudos.

Despertó por el sol
retomó su camino
recuperado,
esperanzado.

sábado, 30 de octubre de 2010

Algunas enseñanzas del huracán Néstor.



El hombre y sus posibles

Ya lo veía el maestro de JP Feinmann en el lejano pero cercano 2003, el flaco era sartreano. El contexto le presentaba la oportunidad única de reinventarse, de darse de su propia esencia en el ejercicio de la presidencia que acababa de asumir. Porque, recordemos, para la gran mayoría se trataba de un enorme signo de interrogación, en el mejor de los casos una barrera de contención al regreso de la rata noventista. Y vaya que se reinventó, vaya si atendió el llamado a la acción que le estaba haciendo la Historia. Colmó de contenido y significado su gestión y también la de Cristina. Con el tiempo fue quedando claro que cualquiera que pretendiera cuestionarlo por su pasado (las fotos con Menem o Cavallo, YPF), se iba a encontrar con la infranqueable resistencia de los hechos concretos del presente: los juicios a los genocidas y el cuadro/símbolo de Videla descolgado, el límite a las multinacionales, la integración latinoamericana, el golpe al corazón del imperio con la negativa a formar parte del ALCA.

Se hizo haciendo, cada una de las lágrimas de los que lo lloramos son un genuino producto del conjunto de sus acciones. Fue lo que hizo.

Mística militante


Con Néstor volvió la mística. Se volvieron a leer páginas que en política parecían amarillentas para siempre, sobre todo después de la degradación del 2001. Mística, eso que la derecha jamás tuvo ni tendrá, eso que en este país pareciera ser una propiedad exclusiva del peronismo. Jamás nadie gritó “La vida por Alsogaray” o conjugó la palabra “pueblo” con los apellidos Macri o Lopez Murphy.
Las últimas jornadas de duelo, con el pueblo en la calle, con masiva presencia de la juventud, confirman el regreso de la militancia, la vuelta del compromiso popular con un proyecto que da esperanzas a personas de diferentes procedencias sociales, culturales y políticas.
La percepción de una eterna derrota había hecho que, antes de Kirchner, la militancia o la esperanza en la política, fueran delirios de una mente nostálgica. Eso cambió y parece ser un cambio que llegó para quedarse.

El odio gorila

Los aislados festejos que se hayan podido observar en Recoleta o Vicente López no son otra cosa que la confirmación de que el camino recorrido ha sido y es el correcto. Lo grave sería que eso no pasara, que a los militantes del odio Néstor les fuera indiferente, o peor, que lo vieran con cierto agrado. Lamentablemente hay que aceptar que existen quienes piensan que el país debe ser para unos pocos, que solamente una elite privilegiada merece ostentar todos los derechos. Son una minoría que siempre hay que tener en contra si se quiere cambiar, aunque sea algo, del statu quo.


Corriendo el velo


Le debemos al kirchnerismo poder disfrutar del derrumbe de falsas certezas que produjo la batalla cultural que tuvo lugar en el último tiempo. Enterarnos de que Lanata no era progre, de que las tapas de Clarín no eran la “realidad”, de los infinitos intereses que rodean a los medios de comunicación. Ahora podemos leer entre líneas cada letra, cada punto, cada coma. Se desnudaron las posiciones desde las que cada uno dice lo que dice, el que no lo vea es porque no quiere verlo.


Lo imposible sólo tarda un poco más


Una de las cosas que más voy a recordar de Néstor es su falta de respeto a los límites, al mediocre y conformista “siempre fue así”. Irrumpió como una ráfaga inesperada en el 2003 y nos rescató de la resignación, ese suicidio permanente en el que habíamos caído. Lo dado era una jaula invisible en donde nos habían encerrado los garcas de siempre, los arquitectos de la miseria organizada…hasta que llegó Néstor con la llave en la mano, pero no para abrirla él sino para enseñarnos a nosotros dónde estaba la llave y para que lado había que girarla.


Peronismo reloaded

Cuando parecía que el peronismo estaba condenado a ser tan sólo un sello de goma y una pegadiza marchita musical, apareció Néstor y le volvió a dar el contenido que los traidores le habían extirpado en la década del 90. Porque el peronismo puede ser más de izquierda o de derecha, más o menos progresista, pero lo que no puede hacer es negar sus tres banderas históricas: independencia económica, soberanía política y justicia social. Tres banderas que el kirchnerismo recuperó para el peronismo del siglo XXI, sobre las cuales deberá desarrollarse cualquier proyecto que se diga justicialista.


No te des por vencido ni aun vencido...


Levantarse de las derrotas como un Rocky Balboa de la política, redoblar la apuesta desoyendo cualquier sugerencia de la prudencia: cosas que sólo son posibles mediante la fortaleza de las convicciones y la pasión con la que vivió Néstor.

Esta es una enseñanza que procuraré no olvidar cuando asome la adversidad.


Bob Dylan - Hurricane - 1975
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jueves, 28 de octubre de 2010

Aseveraciones lógico-políticas

Por José Pablo Feinmann

1. Néstor Kirchner no era Perón. 1.1. Perón dejó como sucesores a una Presidenta inepta y a un criminal paranoico. 1.2. Néstor Kirchner compartió su vida y deslizó la presidencia en manos de un valioso cuadro político, de una mujer fogueada y hecha en la gran política. De una mujer de excepcional inteligencia. Se me perdonará esto: pero estudié la carrera de Filosofía y ahí recibí mi título. Dediqué mi vida a la filosofía y a la literatura. Sé cuándo alguien sabe pensar. Ningún presidente de la historia argentina pensó con el rigor y la inteligencia de Cristina Fernández.
2. Perón, al regresar, dedicó sus mayores afanes a perseguir y aniquilar a los jóvenes del peronismo, armados o no. Evidentemente el padre Mugica, asesinado por Rodolfo Almirón de la Triple A, organización construida a la vista (aprobatoria) de Perón, no era un hombre armado ni clandestino. (Menos aún lo mataron los Montoneros, como dicen algunos pérfidos que buscan aliviar las culpas de la Triple A. ¡Valiente tarea, qué cercanos se sentirán a ella!) Tampoco lo era Enrique Grynberg, que manejaba un Ateneo en Saavedra. A Kirchner la muerte lo sorprende en pleno diálogo con la juventud. En plena construcción de una de las cosas que hoy más necesita el justicialismo: la construcción de la militancia territorial. 2.1. Cuando murió Perón, el establishment se asustó, y mucho. Porque el tercer Perón era un guerrero del establishment que, para beneficio y alegría de ese sector con el que tan bien negoció, le estaba haciendo la tarea sucia. 2.2. Con Néstor Kirchner, buena parte del establishment y las clases altas y las clases medias altas festejan jubilosos. Hubo censistas que ya hoy llegaron a casas que estaban con las puertas abiertas y festejando. En muchos hogares, hoy, ya hoy, con el cadáver del ex presidente aún tibio, se festejó con champagne. 2.3. Seguramente también en muchas editoriales. Se podrían dar nombres, pero no es el momento y –además– todos los conocen.
3. El vicepresidente de Perón era su esposa, sumisa, a él y al monje umbandista Daniel, asesinos ambos. La sucesora y compañera de vida de Kirchner es Cristina Fernández. Su vicepresidente es un traidor y ayer le añadió a la traición la mentira, que son hermanas de sangre, que van juntas porque traicionar es mentir y gravemente. Tuvo ayer el exasperado caradurismo de decir que había muerto un gran presidente. ¿Por qué le clavaste un cuchillo en la espalda al proyecto de un gran presidente, Cobos? ¿También esa crueldad, esa torpeza, esa traición al país le hiciste? 3.1. Cristina Fernández es de esos seres humanos que se agrandan ante la adversidad. La verán llorar. ¿Cómo no va a llorar al compañero de una vida? Y como una mujer. O como cualquiera. Cualquier ser sensible lloraría en una circunstancia semejante. Yo, ni lo duden. Lágrimas lacerantes. Pero Cristina es notoriamente fuerte. La desdicha le dará poder. La desdicha la hará todavía más dura en la lucha. No festejen tanto, señores. Acaso ni sospechen lo que tendrán que enfrentar de aquí en más. Por otra parte, si Cristina (se decía insistentemente) carecía de carisma, conseguía adhesiones por su inteligencia pero no por su ternura o por su feminidad o lo que sea. (No creo en esto, pero aceptémoslo.) Ahora, el pueblo verá en ella a la mujer que se quedó sin su hombre. A la mujer sola. A la que sola se las tiene que arreglar. A la que hay que seguir, querer y respaldar para que el país conserve su rumbo. “No se nos puede quebrar”, dirán muchos. “Pobre, qué mala suerte. Perder a un marido tan joven. Tan necesario para ella. Un marido al que tanto quería.” Lloverán las flores y las adhesiones emocionales. Pero hay que transformarlas en militancia. 3.2. Hoy, más que nunca, la militancia juvenil tiene un papel esencial. Al que aparezca con alguna teoría que recuerde a la lucha armada y al foco insurreccional de los ’70 échenlo a patadas. Esas posiciones llevaron a la muerte a una generación entera de militantes a lo largo y a lo ancho de América latina. La lucha militante (la única) es de superficie, de cara al sol, como quería morir José Martí y también como quería vivir y vivió (era porque sabía la belleza de vivir de cara al sol que así quería morir). De cara al sol significa: nada de clandestinidad, nada de armas, se triunfa cuando se transforma el número en fuerza, pero no en fuerza armada. En fuerza militante, territorial, cuando se habla con la gente, cuando hay un proyecto para ser comunicado, un proyecto que convenza al militante y le dé fuerzas para convencer a los demás. Lo esencial del proyecto sigue siendo: la unidad de América latina (el Mercosur, no el ALCA). El fortalecimiento del Estado para que defienda a los débiles ante la voracidad de los monopolios. La diseminación de lo mediático. Lo que significa –tanto aquí como en Estados Unidos y en cualquier país que luche por la democracia de la información– muchas voces que hablen, que tomen la palabra, que informen diferenciadamente si es necesario de la uniformización de la palabra de la unicidad monopólica, que informa desde una sola verdad, la propia. O sea, no informa. Difunde sus intereses. El Banco Central para los intereses argentinos. Orgullo y poder y ni un atisbo de sometimiento ante el FMI y cualquier entidad de la prepotente banca extranjera que busque utilizar al país en la timba de sus intereses. Diálogo a fondo con todos los que quieran dialogar. Unidad nacional en medio de la diversidad. Que esa diversidad no se transforme en antagonismo. O, al menos, que exprese el razonable disenso de la democracia. Basta de odios. Basta de libracos difamatorios. Basta de tapas insultantes. Respeto de las Madres y a las Abuelas de la Plaza de Mayo, que nadie más tenga la inmoralidad de siquiera sugerir que una mujer como Estela de Carlotto (que recuperó para la vida verdadera 102 nietos apropiados por el poder desaparecedor) sea tildada desde una revista hipercomercial de hacer lobby para ganarse el Premio Nobel. Esa es una mentira y una falta de respeto. ¿Rescataron ustedes 102 niños? ¿Qué hicieron ustedes además de querer vender revistas a cualquier precio, aun al precio vil de injuriar a las Abuelas de Plaza de Mayo y a Estela de Carlotto? 3.3. Cristina Fernández no queda sola. Tiene a su alrededor cuadros de gran valía. De gran inteligencia. Voy a dar algunos (sólo algunos nombres): Juan Manuel Abal Medina (h), Marcos Zanini (¡vamos, negro!, ¡respalde a la Presidenta con todo lo que usted tiene y sabe: lucidez política amasada a lo largo de años y polenta), Daniel Filmus, brillante intelectual, Aníbal Fernández, el político jauretchiano: nadie desde Jauretche usaba el humor en la política como él lo hace (y no me vengan con los chismes de letrina de lo que fue o lo que no fue: los hombres, en esta Argentina dramática, importan por lo que son y por lo que hoy están dispuestos a hacer). Y muchos más. Y todos los pibes, que cada vez son más. Y que –contrariamente a lo que les ocurría a los jóvenes desde el ’80 hasta el 2000– hoy le encuentran un sentido a su vida en la militancia, en la política.
4. Todo esto y más también tiene usted, Presidenta, para gobernar este país y llevarlo a buen puerto. No es poco. Eso, unido a su talento, a su fortaleza duplicada por la mala mano que Dios (que, de argentino, disculpen, pero: nada) otra vez nos ha dado, le otorgará a los que ya la apoyaban y a los que de aquí en más verán que apoyarla es la única salida para el país y que, por otra parte, usted lo merece, la decisión de estar a su lado, en esta hora amarga pero también en esta impecable coyuntura en que los bravos, los que no bajan los brazos, los que no se dejan vencer por las adversidades que el destino siempre trae, duplicarán sus fuerzas para tratar, al menos, de estar a la altura de las suyas.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Gracias Néstor




Por devolvernos la esperanza
Por no permitir la continuidad del banquete de los miserables de siempre
Por la Justicia
Por la Alegría
Por hacerme volver a creer en la política
Por lo que luchaste
Por lo que hay que seguir luchando

Mi humilde homenaje, que descanses en paz.

martes, 26 de octubre de 2010

Jugar de noche



"casi todos nacen genios y los entierran tontos"
Charles Bukowski


El niño jugaba de noche. Encontraba allí, en su quietud, el silencio que le permitía actuar libremente. Si bien disfrutaba de la calidez que puede otorgar un día soleado, había algo en el día que lo condicionaba. Quizás las rutinas visuales y auditivas le quitaran creatividad y pusieran límites a su capacidad de invención. La cuestión es que cuando no era de noche lo dominaba un profundo tedio somnoliento. Lo curioso del niño era que encontraba diversión en el momento que la mayoría se entrega al descanso: la calma nocturna. Es que el niño entendía que aquella calma era pura apariencia, que había mucho por descubrir en ella. Pero para eso debía adentrarse, profundamente, en la noche. Sus juegos solían comenzar minutos después del anochecer, y mientras transcurrían las horas iba probando distintas variantes de juegos conocidos. Aplicando reglas de un juego a otro totalmente distinto. Así, por ejemplo, el reglamento del juego de damas le era aplicable a la escoba de 15. Diversas mezclas e inventos de los que nacían juegos inéditos. Sus jornadas lúdicas solían extenderse hasta el amanecer, momento en le cual caía desplomado en su cama repleta de juguetes y envoltorios de golosinas.
Sus padres se mostraban visiblemente preocupados. Entendían que los hábitos que estaba adquiriendo su hijo harían de él un ser solitario, con graves dificultades para establecer vínculos sociales con otros niños de su edad. Al ver que estos hábitos eran cada vez más evidentes y que su hijo dormía de día y vivía de noche, decidieron que había llegado la hora de que el chico comenzara algún tratamiento psicológico. Consultaron a distintos especialistas en trastornos infantiles, la mayoría de ellos coincidió en que la mejor opción era la de internar al niño en algún instituto psiquiátrico para infantes. Un tratamiento de este estilo podría asegurarles resultados efectivos en poco tiempo. Los especialistas aseguraban que, de esta manera, se podría reencauzar al niño para que pudiera adquirir las rutinas normales que un chico de su edad debía tener.
A sus padres les costó tomar la decisión, pero al ver que varios familiares y amigos coincidían con el diagnóstico profesional, terminaron por decidirse a favor de la internación.
Cuando le comunicaron al niño que lo iban a internar su reacción inmediata de derramar una infinidad de lágrimas, producto de su incapacidad de comprender que era lo que había hecho tan mal, de no entender a quién le hacía daño con sus juegos nocturnos. Obviamente su reacción empeoró las cosas y sus padres debieron llevarlo por la fuerza al instituto psiquiátrico. El niño permaneció allí, exactamente tres meses y dos semanas. Fue sometido a un tratamiento que combinaba ejercicios físicos matinales, charlas grupales con otros niños que presentaban cuadros similares, somníferos infantiles y juegos limitados en pequeñas dosis para que el aburrimiento no lo hiciera pensar por las noches y así pudiera dormirse tranquilamente.
Al terminar el tratamiento el niño volvió a su hogar. Sus padres se sentían aliviados. Vieron que el sacrificio de estar separados de su hijo por más de tres meses había rendido sus frutos. Ahora, su pequeño se dormía como mucho a las nueve de la noche. Y al constatar que durante el día hacía más o menos las mismas cosas que los hijos de la gente que conocían, sus padres se llenaron de esa tranquilidad que sólo da navegar por rutas conocidas. Una nueva etapa comenzaba en la vida del niño. No se trataba de dejar de jugar, todavía le esperaban varios años de tierna infancia por delante. Le quedaban aún muchos juegos por jugar, aunque ya ninguno por inventar.

jueves, 21 de octubre de 2010

Si el modelo fuera Tosco


Cuántas cosas serían distintas si el modelo de dirigente gremial fuera Agustín Tosco. Ayer y hoy. No hubiese existido la posibilidad de entreguismo que hubo en la década del 90. La idea de un sindicalista empresario sería ficción, un oxímoron irrisorio. Sería imposible la viabilidad de cualquier operación político-mediática que buscara ensuciar al sindicalismo en sí, en tanto factor de poder equiparador del poder avasallador del capital, porque sería imposible que encontrara asidero en el receptor, en "la gente", porque el imaginario cultural dominante sobre el gremialista sería el de un dirigente coherente, incorruptible. No estaríamos lamentando el asesinato de un joven militante que luchaba por trabajadores explotados, a manos de cobardes, que responden a tipos que simbolizan la antítesis de lo que era Agustín Tosco.
Claro que es un tanto utópico pensar que un modelo incorruptible pueda emerger de una sociedad que tiene mucho de corrupta y miserable en su ADN. Pero estamos entregados si no podemos soñar con un cambio de paradigma tan urgentemente necesario.

Mejor que hable Tosco, que el Gringo declare sus principios, y que nos duela la vigencia de algunas cosas que denuncia:

"Por ser un dirigente gremial que responde con la máxima sinceridad y autenticidad al mandato de las bases obreras.
Porque no acudí a mi gremio ni a la CGT a sentarme a calentar sillones, sino que en cuanta asamblea o reunión de trabajadores se hizo, fui con el único nivel que tengo, el de trabajador, a elevar la solidaridad, el apoyo, el estímulo del movimiento obrero a las reivindicaciones y a la acción o la lucha aprobada en cada oportunidad.
Porque jamás hice de cómodo intermediario entre las patronales o el Estado y los trabajadores, arrimando fórmulas de terceros, sino que asumí mi parte obrera sin ningún tipo de componendas ni claudicaciones.
Porque en cada conflicto no me limité a hablar de las estrechas responsabilidades de un patrón o de un funcionario, sino de las amplias e ineludibles responsabilidades presentes e históricas del régimen y del sistema.
Porque cada vez que los trabajadores salieron a la calle no busqué la impunidad de una oficina sino que marché al frente de los mismos.
Porque cuando sufrí persecución y cárcel, amenazas y allanamientos, no corrí a refugiarme bajo el amparo oficial sino que formulé las denuncias, afronté los riesgos y soporté presión, manteniendo mi integridad de espíritu.
Porque cuando los participacionistas de Luz y Fuerza de Buenos Aires sancionaron con la suspensión injusta y arbitraria a mi gremio los desenmascaré ante el país como apéndices del sindicalismo amarillo y cómplices de la penetración del imperialismo yanqui en Argentina.
Porque siempre viví de mi trabajo o de la sagrada solidaridad de mis compañeros cuando estoy preso, y siempre repudié a los profesionales del sindicalismo, muchos enriquecidos con el sudor y las lágrimas de sus propios hermanos de clase.
Porque proclamo, porque trabajo y porque lucho para cambiar el sistema.
Porque denuncio a esa minoría que vive en la holganza, sentada sobre una montaña de privilegios, de poder y de placeres, mientras hay millones que sólo pueden subsistir en un abismo de miseria, explotación, de sacrificio, padeciendo las más negras necesidades nunca satisfechas.
Por todo eso dice Lanusse que soy un perturbador del orden y la paz social"


(Respuesta desde la cárcel al presidente de facto, Gral. Lanusse, quién había afirmado que en el país no existían presos políticos sino "perturbadores del orden y la paz social")


Si el modelo fuera Tosco viviríamos, sin dudas, en una sociedad más justa.


jueves, 7 de octubre de 2010

Calamaro le responde a una "metáfora" lamentable


En el Clarín de España (El País), salió publicada la siguiente nota firmada por John Carlin y Carlos Pierini. Un periodista y un psicólogo que encontraron la clave de todos nuestros problemas: el maradonismo. Se trata de un canto al prejuicio y a los lugares comunes del medio pelo gorila (siempre tan funcionales y genuflexos a la derecha, porque si el ¡que la chupen! maradoniano simboliza al populismo, bien podría a ellos representarlos un posible ¿se la chupo señor Blatter? pelelista).
El genial Andrés les responde en su blog, dibuje maestro:

No voy a dejar pasar (por alto ni por bajo) el lamentable episodio de “realismo magico y manipulación de la opinion” que por poco nos amarga la tarde a los fortyniners del grupo ; tenemos memoria, tenemos cayo politico y tenemos suficiente cabeza, para saber lo que leemos y lo que decimos ; recordamos las anteriores argentinas y ademas conocemos bien España, claro que repudiamos la parcialidad perversa, el “olvido” manipulante del expolio de 500 años de imperio, aunque bastaria con hacer 15 años de memoria ; para hablar en metáforas seria mas elegante meditar con una estampita de Jesús Gil y los alacranes marbellies, los gürteles peperos de valencia, el gangster zaplana, el juez garzon expulsado de la justicia (que injusticia), y la excecrable transicion de aquellos que pagan el sueldo de los miserables Carlin y compañía, fomentando el anticomunismo rabioso, adulterado por bellas editoriales en la contraportada, complices de todo, socios carnales de La Nacion que enarbola el pensamiento en accion de Martinez de Hoz y los editorialistas de los domingos, manjar de la garcocracia mas rancia, complices tambien de nuestra miseria, del hambre que sufren argentinos, del expolio interminable, autores ideologicos de los baños de sangre ordenados por Kissinger (premio nobel de la paz) … ver para creer , la metáfora es Maradona, nuestro orgullo argentino, un mago de alegrias deportivas, un hombre que sabe sufrir y disfrutar de su nieto, desintoxicado y sensible … (ya que estamos sumemos a la metáfora la competencia de memos entre los principales actores de la política presidencial estatal, la vuelta de tuerca de las politicas sociales y el sospechosos encefalograma amoral del principe bobo de la oposición … (continuaremos)…. Creame amigo que estoy blindado para (parar) balas del antipensamiento reaccionario de los egresados de la FelFort University ; aquellos culoblandos ultra-caretas, comodos en el entierro de las ideologías y enemigos de la memoria ; boludas totales, conchetas, giles de goma, buenos para nada, obvios … entretenidos con destacarse solo por el miserable asunto de oponerse a todo …
Que gasten huellas digitales (es lo unico propio que tienen) en decirme “falopero” y las mismas pelotudeces, las unicas que tienen para enfrentar un pensamiento independiente y libre.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Pendientes


Quiero gritar un gol en el último minuto, para después perderme en un pogo interminable y celebrar las treinta noches del mes. Treinta sábados. Apretar fuerte mi puño y entonces pegarle una buena trompada a cada obligación que llevo impresa, sin dejar ningún mandato en pie. Voy a tomar vino hasta hacerme inmune a la resaca, brindar con los ausentes conocidos y los presentes desconocidos. Aclarar los tantos con la muerte y amigarme con la vida. Anotarme en el registro de los libres y sacar un pasaje en micro a cualquier lado, y caminar, no parar de caminar. Escribir, para nadie, toda la puta noche, hasta empacharme de palabras. Que cuando la costumbre me vea le tiemblen las piernas, que se sienta finita, por esta noche, por mañana, para siempre. Construir una casa en los márgenes para no mudarme más y así sentar cabeza donde me canten, felices, las neuronas. Saldar, de un saque, todas las deudas que mantengo con mis sueños y deseos. Jurarle indiferencia a los tiempos calendarios y homenajearlos en la elegancia de la ignorancia. Pasar una temporada en el bosque, la playa o la montaña. Elegir cada paso, cada destino, sin más contemplaciones que ser fiel a lo que quiero en ese instante. Sacar a pasear al miedo y dejarlo abandonado, a la deriva, en una ruta sin señales. No olvidar mi lista de pendientes cada vez que arme de nuevo el equipaje.





jueves, 23 de septiembre de 2010

Huesos del tiempo


Busqué lo divino
en rincones
en los pasajes secretos
y siempre el mismo,
infranqueable,
obstáculo del mundo

sin escape posible
cuando el lejos de ayer
fue la casa del ahora.

La historia sigue girando
alrededor de la tierra
formando,
creando al mundo
dibujando un relato
de aparente eternidad
 
la salud perdida
los momentos olvidados
catadores del fracaso
de lo que fuimos
de lo que nunca quisimos.

Días largos compusieron años cortos
tradiciones clavadas
en los instantes inquietos
del ser
de las cosas,
de nosotros.

Juego de reglas veloces
pieles atravesadas
por la risa
cruel,
infinita
de un tiempo que se va.


 

La imagen es del dibujante Horacio Castro

viernes, 17 de septiembre de 2010

Manifiesto del idiotismo útil

Creemos firmemente que hay un orden natural que rige cada uno de los aspectos de las relaciones sociales (de ahora en más le llamaremos el Orden), habiendo nacido algunos para mandar y otros para obedecer. No tenemos claro el criterio por el que uno está de un lado y no de otro, simplemente sabemos que es así. Cualquier tentativa de subvertir o modificar el Orden tiene "olor a política" y eso no es en lo absoluto de nuestro agrado. No admitimos buscar en la historia las explicaciones del presente ya que eso sería "vivir en el pasado" o "mirar para atrás". Los trabajadores que realizan huelgas o reclamos son vagos, a la fábrica, o a la oficina, se va a trabajar. Los estudiantes no deben tomar establecimientos educativos, ni hacer marchas, ni mucho menos "hacer política". A la escuela, o a la universidad, se va estudiar, sobre todo a la pública, la cual pagamos con los impuestos que nos roban los políticos. Quién esté en desacuerdo con el Orden siempre tendrá la opción de irse a vivir a Cuba. Los derechos humanos son para la "gente común", no para los delincuentes. A las personas que no comulgan con nuestros preceptos sólo les cabe el adjetivo de "resentidos". Generar caos en el tránsito es la más intolerable de las acciones que pueda cometer un ser humano.
En las páginas de los diarios se comenta con mayúsculas, sino NO SE COMENTA. Sólo podrá ser calificado como uno de los nuestros aquel que, siendo uno de los perjudicados por el Orden, defienda al Orden aún más que los grandes beneficiados por el mismo.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Eramos tan progres

 

Y llegó el día en que los progres de ayer se transformaron en los conservadores de hoy. 
El conservador quiere conservar un determinado estado de cosas, un statu quo, pero ¿qué situación querrá conservar la (ex) aristocracia periodística de la vanguardia progresista (Lanata, Tenembaum, Caparros)? Pareciera percibirse una nostalgia de aquello que como bien señaló Aliverti "era fácil", aunque quizás se trate de la nostalgia sabinesca de "añorar lo que nunca jamás sucedió", del dolor de ya no ser una elite fiscalizadora de la moral política. Deberían entender que son conservadores ingenuamente tardíos, porque pretenden conservar lo que no existe más, un estado de cosas que compartió su tiempo de esplendor con el de la pizza con champagne.
Si a un gobierno netamente de derecha y neoliberal lo atacás desde el lugar del denuncismo compulsivo te vas a colocar a la izquierda de ese gobierno (más por lo que representa el denunciado que por lo que realmente es el denunciante). Pero si usas el mismo método para atacar a un gobierno que, desde sus acciones, contradice muchas lógicas y lugares comunes de la derecha neoliberal, ¿dónde vas a quedar parado?, la realidad indica que más cerca de Majul o Mariano Grondona que de Osvaldo Bayer.
Habrá que aceptar que el kirchnerismo vino a pegarle una patada en culo a una considerable cantidad de certezas, incluída esa que sentíamos los domingos noventistas por la noche, cuando empezaba "Día D" y escuchábamos la canción "el perro" de Andrés Calamaro.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Legado


Al ver esta especie de homenaje que me rinden algunos que supieron odiarme, se despiertan en mí las fantasías que creía adormecidas para siempre, o peor aún, sepultadas bajo tierra en algún rincón de mi cerebro.
Mi voluntad de dominio dio sus merecidos frutos. Han quedado atrás las lluvias de una época gris, oscura; un tiempo en el que mis detractores se hicieron un banquete con mis errores y contradicciones. Lamento que muchos de ellos estén muertos, daría lo que fuera por que atestiguaran su derrota, patética y final.
Siempre creí en el valor de mis elecciones, en mi autonomía frente a lo que aquellos titulaban “destino”. Tenía la certeza que de que eso, el destino, no era más que un muro mental imaginario que debía traspasar con la tenaz voluntad de mi conciencia.
Vivir en un constante estado de aventura fue crucial para llegar hasta este día de júbilo esperado. Jugar el juego de vivir siendo consciente de que siempre se está a punto de perderlo todo, sabiendo que basta un instante de fugaz infortunio para eliminar la más dulce de las rachas. Sólo así pude encantarme a través del viaje entre variados estados de ánimo, los cuáles tenían en común un mismo grado de alta intensidad, como si se tratara de un “nirvana existencial”. Quizás esa haya sido la expresión del arte que mejor dominé, en la nunca dejé de incursionar, trayendo a mi vida - de contrabando -  experiencias que, a priori, no me pertenecían según el coro de los ilustres que vivían convencidos de la idea de que todo lo sabían, creyéndose propietarios de una triste inmunidad a la sorpresa.
Por la noche fui tejiendo mis modestas reivindicaciones, parciales victorias que me fueron transformando en un adicto a las pulsiones creativas que permanecen escondidas en rincones de nocturnidad.
Parece que ya es hora de comenzar, de subirme y hacerme, al fin, dueño del escenario, de compartir lo poco (pero valioso) que pude aprender durante estas décadas de vida. Supongo que ya alcancé el futuro, que a partir de ahora solo me restará gozar un continuo y dichoso presente.
Hoy, sigo negando la idea de destino, sin embargo, creo posible que exista algo muy parecido a la Justicia.

lunes, 30 de agosto de 2010

Un análisis del poder

Por José Pablo Feinmann


El discurso que la presidenta CFK ofreció el 24 de agosto fue más allá de lo que han ido todos los discursos de los presidentes argentinos hasta la fecha. Nadie –ni siquiera el primer Perón o Evita– procedieron a una destotalización de la estructura del poder en la Argentina. Analíticamente, destotalizó, en primer término, la totalidad y luego la armó otra vez para exhibir su funcionamiento. ¿De qué estaba hablando la Presidenta? Del poder en las sombras, del poder detrás del trono, del verdadero poder. ¿Cuál es? Es el poder mediático. La filosofía occidental de los últimos 45 años se ha equivocado gravemente. Para salir de Marx y entrar en Heidegger (como crítico exquisito de la modernidad pero desde otro lado al de Marx) se vio obligada a eliminar al sujeto, tal como Heidegger lo había hecho con innegable brillo desde su texto La época de la imagen del mundo. También Michel Foucault dio por muerto al hombre. Barthes, al autor. Al estilo. Deleuze, desde Nietzsche, a la negatividad, o sea: al conflicto en la historia. Y la academia norteamericana sistematizó todo esto incorporando con fervor a los héroes de la French Theory. El fracaso es terrible y hasta patético. En tanto los posmodernos postulan la muerte de la totalidad, el Departamento de Estado postula la globalización. En tanto proponen la muerte del sujeto, el Imperio monta brillantemente al más poderoso sujeto de la filosofía y de la historia humana: el sujeto comunicacional. Y ésta –hace años que sostengo esta tesis que en Europa causa inesperado asombro cuando la desarrollo– es la revolución de nuestro tiempo. El sujeto comunicacional es un sujeto centrado y no descentrado, logocéntrico, fonocéntrico, ajeno a toda posible diseminación, informático, bélico, enmascarador, sometedor de conciencias, sujetador de sujetos, creador de realidades virtuales, creador de versiones interesadas de la realidad, de la agenda que determina lo que se habla en los países, capaz de voltear gobiernos, de encubrir guerras, de crear la realidad, esa realidad que ese sujeto quiere que sea, quiere que todos crean que es, que se sometan a ella, y, sometiéndose, se sometan a él, porque lo que crea el sujeto absoluto comunicacional es la verdad, una verdad en la que todos acabarán creyendo y que no es la verdad, sino la verdad que el poder absoluto comunicacional quiere que todos acepten. En suma, su verdad. Imponer su verdad como verdad para todos es el triunfo del sujeto comunicacional. Para eso debe formar los grupos, los monopolios. Debe apoderarse del mercado de la información para que sólo su voz sea la que se escuche. Para que sean sólo sus fieles periodistas los que hablen. Una vez que esto se logra el triunfo es seguro. El arma más poderosa de la supraposmodernidad del siglo XXI radica en el mayor posible dominio de los medios de información. Que ya no informan. Que transmiten a la población los intereses de las empresas que forman el monopolio. Intereses en los que todas coinciden. Asombrosamente ningún filósofo importante ha advertido esta revolución. Foucault se pasó la vida analizando el poder. Pero no el comunicacional. ¡Por supuesto! ¿Si había negado al sujeto cómo iba a analizar los esfuerzos del poder por constituirlo de acuerdo a sus intereses? Nadie vio –además, y se me antoja imperdonable– al nuevo y monstruoso sujeto que se había consolidado. Superior al sujeto absoluto de Hegel. Algo atisbó Cornelius Castoriadis. Pero poco. Relacionó las campañas electorales con las empresas que las financian. Pero –insisto–, aquí lo esencial es que el tema del sujeto ha vuelto a primer plano. Colonicemos al sujeto, hagámosle creer lo que nosotros creemos, y el poder será nuestro. El poder empieza por la conquista de la subjetividad. Empieza por la construcción de algo a lo que daré el nombre del sujeto-Otro.
Formulemos –como punto de partida de esta temática esencial– la obligada pregunta: ¿qué es el sujeto-Otro? Es lo Otro del sujeto. Escribo Otro con esa enorme O mayúscula para marcar la ajenidad que el Poder consigue instaurar entre el sujeto y lo Otro de sí. Heidegger transitó bien está temática. Lo que yo llamo sujeto-Otro es ese sujeto que –según Heidegger– ha caído “bajo el señorío de los otros” (Ser y Tiempo, parágrafo 27). He aquí un señalamiento brillante y preciso: el señorío de los otros. Heidegger amplía el concepto: quien cae bajo ese señorío (el de los Otros) “no es él mismo, los otros le han arrebatado el ser”. “El Poder, al someter mi subjetividad, elimina mis proyectos, mi futuro más propio, lo que hubiera querido hacer con mi vida. Mis posibilidades (...) son las del Otro, son las del Poder, las que me vienen de afuera. Ya no soy yo quien decide, soy decidido” (JPF, La historia desbocada, Capital Intelectual, Buenos Aires, 2009, p. 128). Heidegger, sin embargo, se remite a la esfera ontológica: lo que se pierde es el ser. No creo que debamos poner el acento ahí: lo que se pierde es la subjetividad, la conciencia, la autonomía de pensar por nosotros mismos, pues pensamos lo que nos hacen pensar, decimos lo que nos hacen decir y nos convertimos en patéticos, bobos, manipulados defensores de causas ajenas. CFK manejó la temática con precisión y con una audacia que –yo, al menos, y ya tengo mis años viviendo siempre en este país– no le vi a ningún presidente. Cuando retoma la frase de tapa de Clarín y la da vuelta es donde revela qué es el Poder. Clarín titula: “El Gobierno avanza en Papel Prensa para controlar la palabra impresa”. Detrás de esta frase está toda la campaña “erosionante” (por utilizar un concepto del revolucionario popular agrario Buzzi, fiel a sus bases hasta la muerte, hasta matar a la FA sometiéndola a los intereses de la Sociedad Rural, manejada hoy por el “Tano” Biolcati, descendiente de la “chusma ultramarina” que Cané desdeñaba, y no por Martínez de Hoz o por el elegante señor Miguens) de la oposición. Es decir, el Gobierno es autoritario, enfermo de poder y siempre empeñado en silenciar a todos. CFK le da la razón a Clarín: “Clarín piensa que quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa. Quiero en esto coincidir con Clarín. Claro, quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa. ¿Por qué? Porque Papel Prensa Sociedad Anónima es la única empresa que produce en el país pasta celulosa para fabricar papel de diario, fabrica el papel de diario, lo distribuye y lo comercializa en lo que se conoce en términos económicos y jurídicos como una empresa monopólica integrada verticalmente. ¿Por qué? Porque va desde la materia prima hasta el insumo básico, pero no solamente produce ese insumo básico sino que además determina a quién le vende, cuánto le vende y a qué precio le vende. Por eso coincido con Clarín en que quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa en la República Argentina”.
El Poder –en cada país– tiene que formar monopolios para tener unidad de acción. No se tiene todo el poder si se tiene sólo Papel Prensa, que implica, es verdad, el control de la palabra impresa. Pero hay que tener otros controles. Sobre todo –hoy, en el siglo XXI, en esta supraposmodernidad manejada por la imagen– el poder de la imagen. Y el de la voz radial, siempre penetrante, omnipresente a lo largo de todo el día. Se trata de la metralla mediática. No debe cesar. ¿Por qué este Gobierno se complica en esta lucha con gigantes sagrados, intocables? O lo hace o perece en cualquier momento. Desde la campaña del señor Blumberg se advirtió que los medios podían armar una manifestación popular en pocas horas. Toda la gilastrada de Buenos Aires salió con su velita detrás del ingeniero que no era e impulsada por Hadad y la ideología-tacho que –en ese entonces– era una creación de Radio 10. La ideología-tacho es un invento puramente argentino. Como el colectivo, el dulce de leche y Maradona. Uno toma un taxi en cualquier parte del mundo y el taxista no lo agrede con sus opiniones políticas. Lo deja viajar tranquilo. Sigamos: la segunda, terrible señal de alarma fue durante las jornadas “destituyentes” y “erosionantes” del “campo”. Sin el apoyo inmoderado de “los medios” habría sido un problema menor. Pero la furia mediática llegó a sus puntos más estridentes. La “oposición” no es esa galería patética de ambiciosos, torpes e impresentables políticos que pelean mejor entre ellos que con sus adversarios. Son los medios. La derecha no tiene pensadores, tiene periodistas audaces, agresivos. Y la mentira o la deformación lisa y llana de toda noticia es su metodología.
El análisis de CFK fue excesivamente rico para una sola nota. Hasta aquí tenemos: Videla convocó a La Nación, Clarín y La Razón y les entregó Papel Prensa. Al ser el Estado desaparecedor socio de la sociedad que se formó, esos diarios no sólo apoyaron o colaboraron con un régimen abominable, fueron sus socios. ¿Para qué? CFK lo dice así: “Durante esos años se escuchaba mucho el tema defender nuestro estilo de vida. Nunca pude entender exactamente a qué se referían cuando se hablaba de defender nuestro estilo de vida. Yo no creo que la desaparición, la tortura, la censura, la falta de libertad, la supresión de la división de los poderes puedan haber formado en algún momento parte del estilo de vida de los argentinos”. Sí, en el momento en que se constituye Papel Prensa y Videla les pide a los grandes diarios que –ahora sí: a muerte– defiendan la lucha en que están empeñados, el estilo de vida argentino, para ser defendido, requería los horrores de la ESMA. Hay un libro de Miguel Angel Cárcano: El estilo de vida argentino. En sus páginas se traza una imagen idílica, campestre, cotidiana y señorial del general Roca. Ese es –para Cárcano– un héroe de nuestro estilo de vida. El de ellos, el de la oligarquía que hizo este país a sangre fuego y a sangre y fuego lo defendió siempre que se sintió atacada. Los herederos de Cárcano y Roca todavía lo defienden. Si se les deja el poder de “formar la opinión pública” como siempre lo hicieron volveremos al país que desean: el del neoliberalismo, el de los gloriosos noventa. Conservarán el poder. Al que CFK dibujó así: “Si hay un poder en la República Argentina, es un poder que está por sobre quien ejerce la Primera Magistratura, en este caso la Presidenta, también por sobre el Poder Legislativo y, mal que pese, también por sobre el Poder Judicial (...) es invisible a los ojos”. Es el poder que tan impecablemente definió un otrora misterioso personaje: “¿Presidente? Ese es un puesto menor”.


Fuente de la nota: Página 12

miércoles, 25 de agosto de 2010

Corriendo el velo



"Somos el viejísimo miedo agazapado en todos los rincones del Imperio y estamos encantados ¡encantados!"
Indio Solari

martes, 24 de agosto de 2010

Vecinos, usuarios, consumidores



Cuando escucho, repetidas veces, términos como usuario o vecino pienso que ya estamos cerca del peldaño del lenguaje donde sueña y planea ubicarnos el establishment: el de consumidor.
Escucho "vecino" de la boca de Macri y se me viene a la cabeza una imagen precisa: un tipo que piensa, sobre todas las cosas, en sí mismo, que jamás hará nada por otro que no sea un familiar/amigo, que siempre será el primero en quejarse de "los políticos" como un todo homogéneo, que entrará en un estado supremo de histeria cada vez que "los piqueteros que no laburan" corten alguna calle produciendo el temido "caos vehicular", que más de una vez exigirá que los "maten a todos" porque "así no se puede seguir", un tipo que llama a las radios para dejar mensajes alterados, que comenta con mayúsculas en los diarios, sobre todo en Perfil. Pero pienso, si en definitiva ese es el target de Macri, ¿cómo no va a querer universalizar ese sujeto a través del término "vecino"?
Hoy, la palabra que resuena es "usuario". Un político que supo ser parte de una generación que luchó y pensó por un mundo infinitamente mejor al que nos toca, dice que es usuario de un servidor de internet y "que se vuelve loco si se lo sacan". Parece una joda, un personaje de Capusotto. Pero no. Es real, increíblemente real. La izquierda cool al servicio del capital concentrado, jugando a identificarse con el "usuario" para sacar un par de votos más en la ciudad de la furia conservadora. Luego, la oposición se reúne de urgencia para salvaguardar los intereses de uno de los grupos económicos más poderosos del país, no hay mucho más que agregar, sus actos (y no sus palabras vacías) son los que demuestran las verdaderas prioridades en su agenda.
¿Que mejor para el poder que el país sea una especie de gran empresa? Un país, en donde en lugar de presidente elijamos a una gran gerente general, un CEO todopoderoso que cumpla eficientemente con los reclamos de los consumidores que lo eligieron con su voto para olvidarse de toda cuestión cívica hasta la próxima elección dentro de cuatro años, que genere las condiciones básicas para que el consumidor se entregue sin reservas al mundo encantado de las mercancías. Un individuo extraviado en el consumo, enajenado, masificado, es la condición de posibilidad más importante para el éxito del poder real, el económico, que tiene un sólo y gran objetivo: TODO. Ellos son los que siempre fueron, van e irán por todo.

martes, 3 de agosto de 2010

Por mi gran culpa


- La muy maldita volvió a aparecer. Pero seguramente no la estés viendo, ¿no Manuel?
- No Joaquín. Veo los mismos vitro de siempre: Calasanz enseñándole a leer a un niño, Calasanz intentando acuchillar al demonio...
- Que suerte tienes Manuel, de cuanta angustia te salvas, los señalamientos que te ahorras...veo a la difunta hermana Marta al menos un día por medio, siempre sentada en esa silla, hablándole a uno desde arriba, engreída y pedante. 
- Se supone que como hombres de fe no deberíamos referirnos de esa manera a la aparición de un alma que aún ronda por aquí. 
- Para ti es muy fácil decirlo por que, en lugar de sufrir el atosigamiento se su mirada, disfrutas observando los vitro de nuestro santo patrono. Mientras, yo soy atravesado por la actitud inquisidora de sor Marta. Lo peor de todo es que ni siquiera soy capaz de agachar la vista, de distraerme y mirar para otro lado. Su presencia me atormenta el corazón  y sin embargo me es imposible evitarla. 
- Se me ocurre que quizás la mirada de ella no sea más que la tuya sobre ti mismo...
- ¡Pero Manuel! ¿Desde cuando sales con disparatadas teorías psicoanalíticas? Lo que faltaba, que hagas apología de aquellos charlatanes que no dejan de robarnos fieles. 
- No era esa mi intención Joaquín. No me malinterpretes. Lo que me parece extraño es que solo tú puedas observarla. 
- ¿Crees que miento? ¿Piensas que enloquecí?
- En absoluto pienso eso. Solo digo que me parece raro. ¿Has pensado algún motivo por el que la hermana Marta se te apareciera solo a ti?
- Me incomoda demasiado hablar del tema, hasta me cuesta confesárselo al Señor...
- Tranquilo, Joaquín. Nos conocemos hace más de veinte años, hicimos el seminario juntos. Puedes hablar con confianza. 
- Ella me observó cierta vez haciendo algo que no debía. Entonces lanzó esa mirada que me sigue lanzando ahora, después de muerta, en este mismo instante. Esa mirada que hace estallar en pedazos a mi conciencia.
- Pero, ¿que cosa tan grave pudo haber sido aquello? ¿De qué suceso tan aberrante pudo haber sido testigo como para atormentarte de esta manera?
- Algo que no debía. Algo que no debíamos. ¿Recuerdas a la hermana Soledad?
- Creo que si. ¿La hermana que trasladaron a Córdoba hace algunos años?
- Si, ella misma. Bueno, la cuestión es que sor Marta nos sorprendió a ambos en una situación comprometidamente pecaminosa.
- Puedes decírmelo Joaquín. Recuerda que Dios perdona todo aquello de lo que estemos sinceramente arrepentidos.
- ¡Ese es el punto Manuel! Creo que no me arrepiento, de hecho estimo que volvería a hacerlo. Sin embargo, me  siento desolado y desbordado por la culpa.
- Contarlo te quitará un peso de encima, te sentirás más liviano, creeme. Vamos, dime, ¿que pasó con la hermana Soledad?
- Ocurrió hace diez años, una tarde de domingo. Yo había terminado de dar la misa de jóvenes y estaba ordenando la sacristía para luego ir a descansar a mi habitación. En medio de eso fui interrumpido por la hermana Soledad, me dijo que quería hablar conmigo, que tenía algo muy importante y delicado para decirme. Tomé entonces el recaudo de cerrar la puerta para que nadie escuchara. Me aclaró que si estaba ahí era porque se encontraba por completo convencida de lo que iba a decirme. Me miró fijamente a los ojos y me dijo  lo que yo quería escuchar por un lado pero temía por otro, eso que recuerdo como si me lo hubiese dicho hace tan solo un instante . Dijo, de manera simple y sencilla: "me parece que estoy enamorada de usted." A lo que respondí, de forma más sencilla todavía: "a mi me ocurre algo similar con usted." No necesitamos decirnos más nada, no me pude contener y la besé. Un largo beso Manuel, apasionado y fogoso. El primer beso de ambos después de largos años de la abstinencia producida por el celibato. Te dije que había cerrado la puerta, pero aquella tarde lo que olvidé cerrar fueron las ventanas, lo que trajo aparejado una terrible consecuencia. Cuando terminé de besarla y apoyé mi cabeza en su hombro pude ver, del otro lado de la ventana, el rostro, colmado de sorpresa, furia y enojo, de la hermana Marta. 
- No puedo creer lo que me cuentas Joaquín. ¿Que pasó después de eso? ¿Continuó el romance? ¿Por qué no dejaron los hábitos?
- Aquel fue nuestro primer y último beso. No soporté entonces esa mirada, ni tampoco puedo soportarla ahora. Pensándolo bien, puede que tengas razón, que la mirada no provenga de la hermana Marta. Pero tampoco creo que se trate de mi propia mirada. 
- ¿Y quién te observa así entonces? ¿Quién es capaz de generarte tanta angustia?
- Dios, quién más.


La imagen/musa pertenece al libro “Los misterios del señor Burdick” de Chris van Allsburg.

jueves, 15 de julio de 2010

El kirchnerismo es un progresismo


Nulidad de leyes de obediencia debida y punto final.
Renovación de la corte suprema
Unidad latinoaméricana (UNASUR)
Recuperación de Aerolíneas Argentinas.
Regreso de las negociaciones paritarias.
Recuperación de los fondos de jubilaciones y pensiones.
Ley de servicios de comunicación audiovisual.
Asignación universal por hijo.
Ley de matrimonio igualitario.


En la introducción del tema "Años" de Sumo Luca Prodan dice: con el paso del tiempo lo que progresa es la tecnología, el hombre no, el hombre siempre es el mismo. Si hubiese vivido en el tiempo de Luca y hubiese tenido también su talento seguramente hubiese escrito y pensado algo similar. Es que veniamos de la etapa más oscura que alguna vez hubieramos vivido y el respeto por el ser humano, en cuanto tal, y por la dignidad del Otro eran cuestiones que estaban lejos de ser valores irrenunciables y de estar en la cúspide de las valoraciones sociales colectivas. No es que hoy estemos en el paraíso del amor y la igualdad, pero no hay dudas de que nos encontramos en un estadío intermedio en donde caminamos hacia algo considerablemente mejor a lo que fue el país del último cuarto del siglo veinte. Sabemos que eso no quiere decir que necesariamente la historia camine al mejor de los mundos posibles, los golpes recibidos y la sangre derramada nos enseñaron que no hay un devenir establecido a priori en la historia humana. Si el futuro no está escrito entonces habrá que escribirlo, construirlo, y en eso estamos, seguir por esta senda depende pura y exclusivamente de nosotros, de quiénes estamos convencidos de que la transformación es posible. El kirchnerismo, entendido como fuerza política que posibilitó (y posibilita) el camino de la transformación, no es el progresismo, pero es un progresismo entre otros posibles, al que yo personalmente adscribo, con sus logros y limitaciones. Un progresismo que hace, con más fuerza en la acción que en la mera declaración de principios, que se hace a si mismo, justamente, haciendo. El día que el kirchnerismo deje de hacer, será el día de su extinción. Pero claro, ese día parece estar afortunadamente lejos, poque el kirchnerismo sigue realizando actos, y no cualquier acto en cualquier dirección, sino acciones concretamente progresistas. Y la certeza de la lejanía del fin de la construcción kirchnerista está dada por los hechos concretos, por como cada vez que el gobierno se vio debilitado por circunstancias diversas (lock out patronal del agro, 28J), resurgió haciendo, se reinventó a través de actos cuyo progresismo fue aumentando cada vez más. Por que no se trata sólo de seguir haciendo, no alcanza sólo con eso, se trata (y esto es lo que está pasando) de avanzar también cualitativamente, de profundizar la dirección elegida. Esta es la gran fortaleza del kirchnerismo y su condición de posibilidad y supervivencia, no le busquen formas solemnes ni pretendan que sean la encarnación de los modales políticamente correctos porque detenerse en cualquiera de esas cuestiones podría tender a la inacción, a la quietud, a dejar de ser. Y si encima tienen ADN peronista (el posta), ¿como no van a estar hechos para hacer y transformar?