martes, 24 de agosto de 2010

Vecinos, usuarios, consumidores



Cuando escucho, repetidas veces, términos como usuario o vecino pienso que ya estamos cerca del peldaño del lenguaje donde sueña y planea ubicarnos el establishment: el de consumidor.
Escucho "vecino" de la boca de Macri y se me viene a la cabeza una imagen precisa: un tipo que piensa, sobre todas las cosas, en sí mismo, que jamás hará nada por otro que no sea un familiar/amigo, que siempre será el primero en quejarse de "los políticos" como un todo homogéneo, que entrará en un estado supremo de histeria cada vez que "los piqueteros que no laburan" corten alguna calle produciendo el temido "caos vehicular", que más de una vez exigirá que los "maten a todos" porque "así no se puede seguir", un tipo que llama a las radios para dejar mensajes alterados, que comenta con mayúsculas en los diarios, sobre todo en Perfil. Pero pienso, si en definitiva ese es el target de Macri, ¿cómo no va a querer universalizar ese sujeto a través del término "vecino"?
Hoy, la palabra que resuena es "usuario". Un político que supo ser parte de una generación que luchó y pensó por un mundo infinitamente mejor al que nos toca, dice que es usuario de un servidor de internet y "que se vuelve loco si se lo sacan". Parece una joda, un personaje de Capusotto. Pero no. Es real, increíblemente real. La izquierda cool al servicio del capital concentrado, jugando a identificarse con el "usuario" para sacar un par de votos más en la ciudad de la furia conservadora. Luego, la oposición se reúne de urgencia para salvaguardar los intereses de uno de los grupos económicos más poderosos del país, no hay mucho más que agregar, sus actos (y no sus palabras vacías) son los que demuestran las verdaderas prioridades en su agenda.
¿Que mejor para el poder que el país sea una especie de gran empresa? Un país, en donde en lugar de presidente elijamos a una gran gerente general, un CEO todopoderoso que cumpla eficientemente con los reclamos de los consumidores que lo eligieron con su voto para olvidarse de toda cuestión cívica hasta la próxima elección dentro de cuatro años, que genere las condiciones básicas para que el consumidor se entregue sin reservas al mundo encantado de las mercancías. Un individuo extraviado en el consumo, enajenado, masificado, es la condición de posibilidad más importante para el éxito del poder real, el económico, que tiene un sólo y gran objetivo: TODO. Ellos son los que siempre fueron, van e irán por todo.

1 comentario:

Caléndula dijo...

!!Qué bien lo que escribís Martín!! A mi me parece que el lenguaje tiene un papel tan impresionante en todo esto. Nominar, nombrar, es generar una categoría donde poco a poco la persona se va sintiendo identificada a esos nombres, por ej. consumidor, luego, propagandas mediante, tienen una identidad que les fue inoculada.