viernes, 23 de abril de 2010

Crispados, nerviosos


Así estamos
crispados
nerviosos
aunque este estudio de ADN sea
uno de los absurdos previsibles

da vergüenza mirar
tantas tapas vende humo
las crisis causa-muertes

el programa del buen nelson
teclear la letra K una y mil veces
en la rígida notebook
que nunca
nuca estuvo
tan asustada

vergüenza decir el famoso ahora dicen
y no decir nada como siempre
tener intereses y operar
esa cosa tan simple
prender la radio y escuchar en silencio
sobre todo si es el programa de gelblung

da vergüenza telenoche
y particularmente lapegüe da vergüenza
cuando tú ernestina estás cayendo
triste
sin fábulas salvadoras
sin deudas pesificadas

eres nuestra mentira acribillada

dicen que te escracharon
con qué escrache
van a escrachar las malas
las malas nuevas
que inventaste y publicaste
con felipe
con marcela

dicen que embargaron
toda tus acciones
menos una

basta para conservar a papel prensa
para acusar a la bestia populista
para golpear de nuevo los cuarteles

así estamos
crispados
nerviosos
claro que con el tiempo la plomiza
crispación
se nos irá pasando
la rabia quedará
hasta que rajemos al gobierno

estás muerta
estás revista viva
estás cayendo
estás zocalo
¿estás nerviosha?

donde estés
si es que estás
si estás llegando

aprovecha por fin
a monopolizar tranquila
a llenarte de nuevo los bolsillos

donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no haya un cleto

pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
los sobres con regalos.


Versión (muy libre) del gran poeta Magneto (Poetas por la libertad de extorsión)

viernes, 16 de abril de 2010

Angel de la historia


Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas. Y este deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irrefrenablemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.

Walter Benjamin - Tesis de Filosofía de la historia

viernes, 2 de abril de 2010

Debate entre Bergoglio y Karl Marx

Les transcribo la parte más jugosa. Lo enganché el otro día en el programa de Mauro Viale...

Bergoglio: La gente está cansada de tanta crispación. Debemos dejar atrás los desencuentros para impulsar la paz social que tanto necesitamos.
Marx: Claro, usted está hablando de la paz social que traería el socialismo, ¿verdad?. El final de las desigualdades y la opresión del hombre por el hombre. Si a eso se refiere, yo estoy de acuerdo.
Bergoglio: En realidad, lo que creo es que llego la hora del diálogo y de generar los consensos necesarios.
Marx: Ah, entonces usted se refiere a una revolución sin armas ni violencia. Instaurar el socialismo por la vía de la democracia burguesa, al estilo de Salvador Allende en Chile.
Bergoglio: No exactamente Karl. Mis demandas son un poco menos radicales, a ver si me puedo expresar un poco mejor...
Marx: Ya se, ya se. Para usted no es la hora del socialismo todavía. Pero exige diálogos y consensos mínimos para que se puedan tomar algunas medidas, aún en el marco del capitalismo, que favorezcan a los que menos tienen. Que los dueños de los medios de producción sigan siendo los mismos, pero que reasignen al menos una parte de su plusvalor para que la distribución de la riqueza sea un poco más equitativa. Debo decirle que esta postura me parece un poco tibia, aunque sin dudas tiene buenas intenciones.
Bergoglio: Tampoco me refería exactamente a eso. Ese sería un enfoque un poco pasado de moda, un tanto setentista, un enfoque que en nuestra iglesia ya quedó en el pasado junto con gente que ya no está entre nosotros, como por ejemplo el padre Mugica. Justamente ese es el pasado que tenemos que dejar atrás, el mismo que nos provoca tantos desencuentros, que nos crispa...
Marx: Perdón que lo interrumpa, pero...¿ a que se refiere exactamente con crispación?
Bergoglio: No se el significado exacto de la palabra. Supongo que tiene que ver con la falta de tranquilidad, de mansedumbre...
Marx: Espere un momento. ¿Usted no estará pidiendo un pueblo manso? En eso si que no puedo estar de acuerdo...
Bergoglio: Es que para que haya paz social es necesario que haya un poco de mansedumbre. Si ante cada injusticia va a haber alguien que se rebele, sonamos. Vamos a vivir siempre crispados, adiós a la tan deseada paz social.
Marx: Pero si nadie se rebela ante la injusticia nunca va a cambiar el orden de las cosas, el cual por tratarse de un orden capitalista es naturalmente injusto y desigual.
Bergoglio: Mire, la intención de nuestra iglesia no es cambiar nada. Sólo queremos diálogo y paz social.
Marx: Entonces a ustedes no les debe interesar mi idea de hacer la ignominia más ignominiosa, haciendo que la clase dominada tenga real conciencia del grado de explotación que sufre por parte de la clase dominante.
Bergoglio: Me temo que no nos interesa. Eso solo traería una infinita crispación.
Marx: Ahora creo entenderlo bien. Usted y su iglesia lo que quieren es una sociedad sin conflicto, pero no por eso pretenden una sociedad sin desigualdades que sería lo que mi sentido común socialista me dice que sería el medio para la ausencia del conflicto. No, usted quiere capitalismo sin conflicto, para lo cual deben acallarse las voces y acciones de quienes reclamen por las injusticias del pasado y del presente. Injusticias producidas por un sistema que es en esencia desigual. El consenso al que se refiere tiene que ver con consensuar entre todos la mansa aceptación del status quo que proponen los factores de poder. Que cada uno acepte el lugar que le toca, sin reclamos ni cuestionamientos. Desaparecería así eso que usted llama crispación.
Bergoglio: Eso es exactamente a lo que me refería. Sólo un filósofo de su talla podría haberlo expuesto tan claramente. Que el señor lo bendiga.
Marx: Gracias por el halago. Aunque no puedo aceptarle la bendición, ya que , por lo visto, voy a seguir siendo ateo.