jueves, 15 de julio de 2010

El kirchnerismo es un progresismo


Nulidad de leyes de obediencia debida y punto final.
Renovación de la corte suprema
Unidad latinoaméricana (UNASUR)
Recuperación de Aerolíneas Argentinas.
Regreso de las negociaciones paritarias.
Recuperación de los fondos de jubilaciones y pensiones.
Ley de servicios de comunicación audiovisual.
Asignación universal por hijo.
Ley de matrimonio igualitario.


En la introducción del tema "Años" de Sumo Luca Prodan dice: con el paso del tiempo lo que progresa es la tecnología, el hombre no, el hombre siempre es el mismo. Si hubiese vivido en el tiempo de Luca y hubiese tenido también su talento seguramente hubiese escrito y pensado algo similar. Es que veniamos de la etapa más oscura que alguna vez hubieramos vivido y el respeto por el ser humano, en cuanto tal, y por la dignidad del Otro eran cuestiones que estaban lejos de ser valores irrenunciables y de estar en la cúspide de las valoraciones sociales colectivas. No es que hoy estemos en el paraíso del amor y la igualdad, pero no hay dudas de que nos encontramos en un estadío intermedio en donde caminamos hacia algo considerablemente mejor a lo que fue el país del último cuarto del siglo veinte. Sabemos que eso no quiere decir que necesariamente la historia camine al mejor de los mundos posibles, los golpes recibidos y la sangre derramada nos enseñaron que no hay un devenir establecido a priori en la historia humana. Si el futuro no está escrito entonces habrá que escribirlo, construirlo, y en eso estamos, seguir por esta senda depende pura y exclusivamente de nosotros, de quiénes estamos convencidos de que la transformación es posible. El kirchnerismo, entendido como fuerza política que posibilitó (y posibilita) el camino de la transformación, no es el progresismo, pero es un progresismo entre otros posibles, al que yo personalmente adscribo, con sus logros y limitaciones. Un progresismo que hace, con más fuerza en la acción que en la mera declaración de principios, que se hace a si mismo, justamente, haciendo. El día que el kirchnerismo deje de hacer, será el día de su extinción. Pero claro, ese día parece estar afortunadamente lejos, poque el kirchnerismo sigue realizando actos, y no cualquier acto en cualquier dirección, sino acciones concretamente progresistas. Y la certeza de la lejanía del fin de la construcción kirchnerista está dada por los hechos concretos, por como cada vez que el gobierno se vio debilitado por circunstancias diversas (lock out patronal del agro, 28J), resurgió haciendo, se reinventó a través de actos cuyo progresismo fue aumentando cada vez más. Por que no se trata sólo de seguir haciendo, no alcanza sólo con eso, se trata (y esto es lo que está pasando) de avanzar también cualitativamente, de profundizar la dirección elegida. Esta es la gran fortaleza del kirchnerismo y su condición de posibilidad y supervivencia, no le busquen formas solemnes ni pretendan que sean la encarnación de los modales políticamente correctos porque detenerse en cualquiera de esas cuestiones podría tender a la inacción, a la quietud, a dejar de ser. Y si encima tienen ADN peronista (el posta), ¿como no van a estar hechos para hacer y transformar?

lunes, 12 de julio de 2010

La moral hipócrita


"LA PUTA, LA GRAN PUTA, la grandísima puta, la santurrona, la simoníaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la mala; la del Santo Oficio y el Índice de Libros Prohibidos; la de las Cruzadas y la noche de San Bartolomé; la que saqueó a Constantinopla y bañó de sangre a Jerusalén; la que exterminó a los albigenses y a los veinte mil habitantes de Beziers; la que arrasó con las culturas indígenas de América; la que quemó a Segarelli en Parma, a Juan Hus en Constanza y a Giordano Bruno en Roma; la detractora de la ciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la Historia; la perseguidora de judíos, la encendedora de hogueras, la quemadora de herejes y brujas; la estafadora de viudas, la cazadora de herencias, la vendedora de indulgencias; la que inventó a Cristoloco el rabioso y a Pedro-piedra el estulto; la que promete el reino soso de los cielos y amenaza con el fuego eterno del infierno; la que amordaza la palabra y aherroja la libertad del alma; la que reprime a las demás religiones donde manda y exige libertad de culto donde no manda; la que nunca ha querido a los animales ni les ha tenido compasión; la oscurantista, la impostora, la embaucadora, la difamadora, la calumniadora, la reprimida, la represora, la mirona, la fisgona, la contumaz, la relapsa, la corrupta, la hipócrita, la parásita, la zángana; la antisemita, la esclavista, la homofóbica, la misógina; la carnívora, la carnicera, la limosnera, la tartufa, la mentirosa, la insidiosa, la traidora, la despojadora, la ladrona, la manipuladora, la depredadora, la opresora; la pérfida, la falaz, la rapaz, la felona; la aberrante, la inconscuente, la incoherente, la absurda; la cretina, la estulta, la imbécil, la estúpida; la travestida, la mamarracha, la maricona; la autocrática, la despótica, la uránica; la católica, la apostólica, la romana; la jesuítica, la dominica, la del Opus Dei; la concubina de Constantino, de Justiniano, de Carlomagno; la solapadora de Mussolini y de Hitler; la ramera de las rameras, la meretriz de las meretrices, la puta de Babilonia."

Fernando Vallejo - La puta de Babilonia

¿Desde que lugar estos tipos son capaces de establecer que es lo natural  para el hombre? Sólo desde el lugar hipócrita y cínico al que la iglesia católica nos tiene acostumbrados. Esperemos que la clase política este a la altura del tiempo historico que nos toca y dicte la ley para que se puedan casar las personas del mismo sexo,  y que así tengamos un poco más de igualdad de derechos para todos. No son tiempos de seguir escuchando argumentos intolerantes y conservadores que huelen a rancio.
Más tarde o más temprano, los dinosaurios van a desaparecer.

viernes, 2 de julio de 2010

Luto de azul

La casa de la playa permanecía tranquila y vacía. Aunque el siguiera viviendo allí. Los veranos ya no le significaban lo mismo. La compañía de sus dos perros labradores lo ayudaba tanto o más que el whiskey vespertino. Para compensar sus vicios solía correr por la playa durante la mañana, pero ya se trataba de otro de los tantos buenos hábitos que había abandonado. Ya no sentía la necesidad de pagar por sus excesos. Que pasara lo que tuviera que pasar, esa era su máxima desde aquel día imposible de extirpar de su memoria inmediata. Y las cosas pasaban, entre ellas el tiempo, que se deslizaba por cada instante de su vida sin ocasionarle ya molestia alguna. De vez en cuando pensaba en mudarse a la ciudad más cercana. Pero entonces recordaba su promesa, se iba al mar a evaluarlo y ahí era cuando las ganas del cambio se le esfumaban. Se aferraba a la idea de que era preferible extrañarla en la arena que olvidarla en el cemento.
La noche le costaba más que nada, solía huir al bar de don Julián a tomarse dos, tres, cuantas cervezas fueran necesarias para anestesiarlo. Y si así lo encontraba el verano, mucho peor sería el invierno. Pero mejor no adelantarse a los hechos, era una lección aprendida mediante la profunda eficacia de los golpes recibidos.
Cuando quería decirle algo se acercaba hasta la orilla. Entonces el mar lo encontraba hablándole, llorándole, a veces hasta horas. Hacerlo lo tranquilizaba. Ironizaba para sí, comparándose con la mayoría que les habla a los ausentes mirando arriba, para el cielo. Así fue pasando el duelo, entre las olas. Negó, luchó, se resignó, lo aceptó.
Un día de esos recordó una de sus últimas charlas con ella. Conversaban sobre lo uno de lo vivo, las partes del todo y el todo de las partes. Luego de esgrimir argumentos esotéricos, filosóficos, racionales o incoherentes, habían concluido en la existencia de algo mucho más perfecto que sus egos. Volvió a llorar, pero aquellas fueron sus últimas lágrimas ofrendadas al océano. Le había tomado un tiempo comprenderlo, pero ahora el mar era él, y también era ella.


Fuente foto: ELMASMIGUELDETODOS