domingo, 21 de octubre de 2007

Supongo que nadie se va del todo


Este es un pequeño recuerdo para vos Facundo, que te fuiste primero...
Espero, hermano, encontrarte en algún lugar donde sigamos compartiendo lo nuestro. Mi corazón alegre te recuerda cuando entre la bruma de la nocturnidad se dibuja tu rostro y el vacío de tu ausencia mundana se llena de brindis cada vez que celebramos una nueva liturgia, en donde siempre (si es que existe un siempre) estás presente.
Porque supongo que nadie se va del todo es que sigo abrazando con fuerza la hermandad que nos une y guardo un largo abrazo para darte cuando te vuelva a ver.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sumo a este recuerdo y a las palabras...

¡Facundo, siempre vas a estar con nosotros!



Lucho.

Anónimo dijo...

Creo muy profundamente que nadie se va del todo! Y ese abrazo que a todos nos quedo atragantado, no nos falta tanto para dartelo!

Anónimo dijo...

Sería hipócrita de mi parte hablar de amistad, sin embargo esto no significa que no duela. Siempre duele cuando la gente que no debería se va antes de tiempo.
Pero para aquellos que no fuimos más que compañeros, perdura en el mejor de los recuerdos: las anécdotas. Cuando uno repasa recuerdos que 10 años después siguen robando sonrisas, supongo -como bien dice Juan Pablo- nadie se va del todo.
Abrazo

Anónimo dijo...

nadie se va del todo..... afortunadamente es cierto y esto deja una esperanza de que algun dia, en algun momento y en circunstancias que aun desconocemos podamos finalmente reencontrarnos con esas personas que nos fueron arrancadas por la vida. De todos modos mientras ese momento llega tengamos la fe y la seguridad que esten donde esten hay un "alguien" que los protege y hace que sus almas descansen en paz... mientras en nuestros corazones siguen vivos mas q nunca....