viernes, 16 de septiembre de 2011

Sartre: El existencialismo es un humanismo




Estamos condenados a ser libres. Esta frase de Sartre condensa muchos de los conceptos vertidos en “El existencialismo es un humanismo”, una conferencia surgida por la  motivación de defender su doctrina filosófica (el existencialismo), de las críticas de  principalmente dos sectores: el marxismo y el cristianismo.
¿Por qué estamos condenados a ser libres? Básicamente porque el hombre es libertad, si bien es la suma de todos sus actos individuales hasta el momento; también es proyecto, está siempre por hacerse, abierto a sus posibles. Para una mejor comprensión de este punto es útil acudir a la máxima del existencialismo: La existencia precede a la esencia, la cual quiere decir que no hay un “molde” preexistente al que el hombre debe ajustarse, por el contrario, la esencia se elige en cada acto, la esencia no es algo que está dado sino que es algo que el hombre se da a si mismo a través de la elección. De aquí  también se desprende el motivo por el cual ningún hombre pueda juzgar al otro: no hay un molde patrón de hombre con el que sea posible comparar y, posteriormente, juzgar. 
Una de las críticas que se le plantearon a Sartre fue que el existencialismo conducía al quietismo, producido por la desesperación (producto de  la ausencia de una naturaleza humana a la que atenerse). Pero el existencialismo busca lo contrario, se trata de un llamado a la acción, siendo cada hombre lo que él hace y  siendo, a través del acto libre, el responsable ético de su existencia. Es que en el existencialismo no encontraremos una moral que establezca a priori lo que debe hacerse, será el hombre quien elija su propia moral.
Otro de los planteos que se le hace a Sartre es que el existencialismo parte de la subjetividad pura, del cogito cartesiano, lo que no hace posible captar a los hombres que se encuentra fuera del yo.  Sartre responderá a esta objeción a través de un cogito reformulado, en donde doy cuenta de mi existencia a través del otro. Aquí, a diferencia de  lo que ocurre en el  yo pienso cartesiano, no es posible un yo sin un tú. El otro es condición necesaria de mi existencia. En este mundo, que Sartre llamará la intersubjetividad, el hombre, al decidir lo que es, decidirá también lo que son los otros.
El  hombre es libertad, por lo que no podrá querer otra cosa que su libertad, y al luchar por ella también lo estará haciendo por la dignidad y el concepto de hombre. Entonces, si como hombre, busco y  quiero mi libertad, no puedo sino querer y buscar también la libertad del Otro. 

1 comentario:

Cristian dijo...

Soy de leer mucho y de esta manera quiero seguir investigando y poder aprender sobre nuevos autores. Hace un tiempo quiero conocer muy bien el fenómeno del existencialismo y de esta manera poder tener una percepción clara de esto