Los ojos ciegos bien abiertos

Uno no puede dejar de sentirse afortunado cuando es parte de un bacanal sensitivo como el de anoche en La Plata. Fue el cierre de la gira del Indio presentando Porco Rex, un broche dorado para un año que seguramente recordaremos todos los que participamos de un viaje realmente mágico…
El intercambio de energías, la liturgia antes del show, la buena vibra de tantas almas juntas dirigidas por un maestro de ceremonias como el Indio, son todos componentes únicos e irrepetibles. Verdaderas dosis de pura vida que rompen con esa cotidianeidad que muchas veces tiende a aplanar y sofocar a nuestro estado de ánimo.
Los fundamentalistas cada vez suenan mejor, tanto en sus temas como cuando rinden tributo a Patricio Rey y tocan himnos a nuestros corazones como "Un poco de Amor Francés" , "Juguetes Perdidos" o "Ji ji ji".
La presencia salmónica en el escenario hace que lo de ayer además de mágico sea histórico, será imposible olvidar las impecables versiones a dúo de "Esa estrella era mi lujo" y "El Salmón". Ojalá se repita este encuentro alguna noche, en ese futuro que no está tan lejos…