Corazón mío, no hables,
Puedes jugar con fuego, pero te quemarás.
No le dejes saber,
No le dejes saber que la quieres,
No seas tonto, no te ciegues,
Corazón mío.
Corazón mío, vuelve a casa,
No hay razón para vagar, no hay razón para errar.
No le dejes ver,
No le dejes ver que la necesitas,
No te expongas,
Corazón mío.
Corazón mío, vuelve a donde estabas,
Sólo tendrás problemas si la dejas entrar.
No la dejes oír,
No la dejes oír que la deseas,
No la dejes saber que es maravillosa,
Corazón mío.
Corazón mío, sabes que ella nunca será fiel,
Sólo les dará a otros el amor que ha recibido de ti.
No la dejes saber,
No la dejes saber a dónde vas,
No desates los lazos que atan,
Corazón mío.
Corazón mío, tan malicioso y taimado,
Te dan la mano y coges el brazo.
No te caigas,
No tropieces,
Si no puedes soportar la condena, no cometas el crimen,
Corazón mío.
Bob Dylan - Shot of love (1981)
Más que una canción, una conversación con su propio corazón.
Adultos consejos para precoces impulsivos que seguimos ciegamente a crueles damas que nos muestran indulgentes a nuestras debilidades.
Un gran tema, homenajeado en su último verso por Calamaro en "Paloma".
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