Estás preso, te crees carcelero.
Valoras lo indigno y propicias tu propia muerte (muy lenta por cierto).
Por muchos como vos, infinita mayoría, seguimos trayendo corderos a un mundo de lobos.
Compraste el pescado más podrido del riachuelo, te gusta, saboreas cada bocado, te crees dueño del festín. ¡Que imagen grotesca y lastimosa!
Tus monerías causan gracia de la triste, es lógico amigo idiota, confundís cadenas doradas con libertad, también con poder, te sentís poderoso… ¡¿Cuatro paredes dan poder?!
Caminas seguro por este mundo, seguro de la nada misma, es que justamente la nada es tu esencia, te define como eterno perdedor.
Sos lo opuesto a la conciencia de clase, un esclavo que se cree rey, un roedor que se piensa león, en pocas palabras: ¡un idiota!
Eternamente te agradezco, por ser mi antitesis, por encarnar tan bien al antivalor, por ser la exacta imagen de mi posible fracaso, recordándome constantemente las posibles consecuencias de dejar de resistir
viernes, 21 de septiembre de 2007
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1 comentario:
Brillante publicación. La mejor del blog.
Felicitaciones Andrés por tanta luz.
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